miércoles, 30 de mayo de 2012

Recursos Humanos: el Capital más importante




Centremos nuestra atención en el término “recurso”. Podríamos definirlo como un elemento primario necesario o partícipe en la realización de una tarea o proyecto. Desde la economía clásica (siglo XVIII) viene haciéndose referencia a la importancia de este vocablo, por aquel entonces denominado “factor productivo”. Los economistas de la época dividían en tres grandes grupos los factores productivos: tierra, trabajo y capital.
  • El factor tierra no solo hace referencia a territorio agrícola, también a aquel urbanizado, recursos naturales y minerales.
  • El factor trabajo es aquel referente a la persona. Todo lo que aporte un ser humano encaja en este grupo.
  • El factor capital es el poderoso caballero, don dinero. Los distintos mecanismos de financiación forman parte de este conjunto.
Atendida la diferencia que podemos hacer entre diferentes recursos, es el momento de realizar las oportunas comparaciones. Es difícil, y quizá subjetiva, la valoración que llevaremos a cabo, pero razones de peso soportan la conclusión a la que pretendemos llegar.
Cierto e irrefutable es que necesitamos un lugar donde arrancar y dar continuidad a una idea. Y por tanto, sin el recurso tierra no podríamos desarrollarla. Pero se trata de un recurso inmóvil, que no da frutos por sí mismo.
También es cierto, e irremediable por desgracia, que el recurso capital suele ser bastante relevante en el comienzo y para llevar a cabo la mejora deseada. Aunque no hay que obcecarse con la idea generalizada de “sin dinero no puedo”, pues existen grandes ejemplos que ponen de manifiesto que con muy poco pueden hacerse enormes obras. Se corresponde más con una consecuencia de un trabajo bien realizado que con una causa de éste.
El recurso humano (factor humano para los más clásicos), es siempre imprescindible. La idea constituye los cimientos sobre los que se construye un negocio. Y de evaluaciones y decisiones está plagado el período vital de éste. Sin la aparición de este recurso no se entraría a valorar la necesidad o dependencia de cualquiera de los otros dos. Se trata del recurso de partida, el origen, la esencia.

Identificamos el recurso humano con la persona física, pero nada más lejos de la realidad. El intelecto conforma la mayor parte del concepto. Sólo en el caso de que el aspecto físico contribuya a un mejor desarrollo del trabajo, complementará al intelecto. Y a colación del término intelecto podemos traer otros tales como: inteligencia, creatividad, organización, orden, raciocinio, capacidad de decidir, etc. Son rasgos que puede poseer un individuo en mayor o menor medida, lo cual da lugar a una infinita variedad de intelectos. En dicha pluralidad radica la importancia del recurso humano, que a su vez puede nutrirse con voluntad, experiencia y formación.
Podemos concluir por tanto, que el factor humano es el centro sobre el que residen el resto de factores económicos. Por ello, es de vital relevancia entrar a valorar ciertos aspectos antes de tomar la decisión de asociarse o contratar recursos humanos, antes de decidir llevar a cabo una inversión en este sentido, ya que este factor conlleva muchos valores anexados. Es la inversión más importante que hace la empresa.
Esta inversión en su conjunto da lugar a la política de recursos humanos. Contratos, cursos, regalos, promociones y ascensos, delegación, concursos, etc. son parte de las acciones que componen está política, y cuya gestión debe centrar gran parte de nuestros esfuerzos. La organización estructural, la motivación, la contratación, la formación y el reclutamiento y la selección son los cinco vértices sobre los que se sustenta la política de recursos humanos.




Valoren entonces lo que ya poseen y traten de sacarle provecho sin echar de menos lo que quisieran tener. Una buena política de recursos humanos puede dar más frutos que una basta cuantía de capital.








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